Feria de la Cereza de Caudiel

Historia de Caudiel

El nombre de Caudiel deriva de la palabra latina «capitellum», diminutivo de caput-itis, que significa parte superior, punta saliente, extremidad, cima de monte. Este parece ser el topónimo, ya que la población se halla asentada sobre un pequeño montículo.

Por los vestigios hallados en sus inmediaciones, sabemos que Caudiel ya estuvo habitado en la Edad de Bronce; buena prueba de ello son los yacimientos de la Cueva de la Alcabaira, Cueva de la Rocha, Cueva del Generoso y el Abrigo y Sima de Fuente la Higuera. Espacios que datan entre el 1500 y 2000 antes de Cristo, y en los que se han encontrado restos humanos y de fauna, así como cerámica a mano, molino de mano y moladeras.

De la época Ibérica nos encontramos con el yacimiento del Castillarejo, situado en una cima casi circular con fuertes pendientes y restos de amurallamiento en sus laderas. Su misión sería la del control de paso hacia la Sierra. Data del año 550 al 450 antes de Cristo. El siguiente yacimiento es el Poblado de la Alcabaira, parcialmente destruido por la construcción de una corraliza sobre él, que data del año 300 al 100 antes de Cristo. En ambos lugares se han encontrado restos de cerámica torneada y a mano.

La presencia romana en Caudiel se pone de manifiesto por las monedas y las inscripciones latinas  halladas en su término. Hay catalogadas cinco inscripciones: cuatro funerarias y una rupestre. De las funerarias, una de ellas se encuentra en paradero desconocido y las restantes están expuestas en el pórtico de la iglesia. La inscripción rupestre, está grabada sobre una roca en la Peña del Letrero, situada al lado izquierdo del denominado camino de Gaibiel (antigua calzada romana). En dicha roca aparece la inscripción de un nombre indígena «Admonón», interpretándose que la calzada era de carácter privado.

La huella árabe también ha dejado su paso por Caudiel. La configuración de sus calles, más la posterior consagración de la mezquita en iglesia parroquial, y la protección otorgada por el rey Jaime I, en 1276, a la aljama o comunidad árabe aquí establecida, son signos inequívocos de la presencia musulmana en la población.

La reconquista cristiana llegó a Caudiel en los primeros días del año 1235, poco antes de la conquista de Jérica, acaecida el 5 de febrero de ese mismo año por las tropas del rey don Jaime, capitaneadas por Guillén de Montgriu, Sacristá de Gerona y posteriormente arzobispo electo de Tarragona, quien con anterioridad conquistó para el rey la isla de Ibiza.

El rey Jaime I creó para su esposa Teresa Gil de Vidaure el señorío de Jérica, mediante donación realizada en Zaragoza, el 9 de marzo de 1255, incorporando Caudiel a dicho señorío. Posteriormente, el 4 de septiembre de ese mismo año, pasaría a su hijo Jaime Pérez, que en adelante se llamaría Jaime I de Jérica, quien se casó con Beatriz, hija de Roger de Lauria, juntando los estados de Jérica y Cocentaina.  A Jaime II le sucede su hijo Jaime III, el cual tomó posesión en 1330. A este le sucede su hermano Pedro de Jérica, casado con doña Buenaventura de Arborea, que era dueña de Córcega y Cerdeña.

En 1362 muere Don Pedro y tras algunos problemas, el señorío, revirtió a la Corona. El hijo natural de éste se llamó don Juan Alfonso de Jérica, el cual sirvió a favor del rey de Castilla, contra los moros y contra el propio rey de Aragón. En la guerra que mantuvieron los dos estados, el rey castellano, en 1363, se apoderó de algunas plazas importantes de Aragón y Valencia, nombrando a don Juan Alfonso Gobernador de Líria. Posteriormente éste entregó Líria al rey aragonés Pedro IV el Ceremonioso, y en agradecimiento le recompensó con diversos lugares de los reinos de Aragón y de Valencia, entre ellos el castillo y la villa de Jérica con todo su término.

A consecuencia de la Peste Negra, aparecida en 1348, Caudiel quedó casi despoblado de moriscos, marchando los supervivientes a Granada y a otros lugares. Viendo Don Juan Alfonso que dicha despoblación no producía rentas a su Señorío, la dio a poblar a sesenta y seis hombres de Aragón. Este importantísimo acontecimiento representa la fundación medieval del municipio de Caudiel el 30 de agosto de 1367.

Don Juan Alfonso puso como condición a los nuevos pobladores ser «cristianos viejos», es decir, aquellos que no tienen mezcla de sangre con judíos o moriscos. La carta de población viene condicionada en quince capítulos, más otros siete, en los cuales específica las regalías o retenciones que guarda para sí y para los suyos; todo ello dentro del marco jurídico de los Fueros, buenos usos y costumbres del Reino de Aragón.

Continuando brevemente con el señorío, diremos, que a don Juan Alfonso le siguió Pedro IV el Ceremoniosos. Bernat Alpicat, el infante Don Martín el Humano, Pedro Pascual y Aman Ezqurrit, Fernando de Antequera, Alfonso V el Magnánimo, Juan II el Grande, Berenguer de Requesens, Mateo Pujades, hasta llegar a la fecha del 17 de marzo de 1429, en que Francisco Zarzuela I compró Caudiel por 5.000 libras. Es a partir de esta fecha cuando Caudiel quedó desvinculado del señorío de Jérica, convirtiéndose en adelante en señorío independiente. A Francisco Zarzuela I le sucedió su hijo Zarzuela II, y a este Zarzuela III, quienes implantaron un régimen de terror al igual que lo hizo la familia Exarch (su cuñado), al comprar el señorío el 30 de septiembre de 1465. En 1489 lo recibe su primo hermano Manel Exarch, quien lo vendió en 1519 a Jerónimo Pérez Arnal, que lo tuvo hasta 1530, heredándolo su hijo Miguel Pérez Arnal.

Don Fernando de Aragón (Duque de Calabria) compró Caudiel el 11 de noviembre de 1538. Siendo virrey de Valencia, en 1526, y a instancias de Jerónimo Pérez Arnal, fortificó la población construyendo elevados muros con ocho torreones, que vigilaban todos los ángulos del recinto, cerrando éste por tres portales; el de Valencia, el de Aragón y el de Gaibiel. De esta forma el pueblo quedó protegido contra la sublevación de los moros de la Sierra Espadán.

El Duque de Calabria muere el 26 de octubre de 1550 y todos sus bienes pasan al convento de San Miguel de los Reyes de Valencia, cuyos moradores serían los últimos poseedores del Señorío hasta el 25 de junio de 1820, fecha en que se exclaustró su monasterio, y definitivamente en toda España el 2 de febrero de 1837.

Teodoro López (Cronista Oficial de Caudiel)