Feria de la Cereza de Caudiel

Consejos de uso y consumo

Las cerezas son recogidas lo más maduras posible, debido a que el azúcar no aumenta después de la recolección. Procure no apelmazarlas. A tales efectos, consérvelas en un recipiente bien extendidas dentro de la nevera, sin lavarlas ni taparlas; de esta forma aguantan hasta diez o doce días.

También pueden congelarse. Para ello, evite la cereza negra, pues no suele congelarse perfectamente. Rechace las demasiado maduras, las picadas de blanco o las viejas. Lávelas, retire la cola, séquelas (puede hacerlo con el secador de pelo) y colóquelas sobre bandejas de aluminio, en un solo nivel. Espolvoree azúcar (un cuarto del peso de la fruta) hasta que se pongan blancas. Tape las bandejas con film. Congélelas durante 4 horas a –33 °C y conserve a –18 °C. No las conserve más de ocho meses. Para descongelarlas, deberá dejarlas unas 8 horas en los cajones inferiores del refrigerador. Una vez descongeladas, consúmalas o utilícelas inmediatamente, pero no las conserve en el refrigerador. Para la elaboración de tartas, cuézalas directamente, sin descongelar

La cereza es una de las frutas más completas y beneficiosas para la salud. Es considerada un buen diurético , así como una buena fuente de vitamina C y bioflavonoides, lo que la convierte ya de por sí en un excelente antioxidante, y tiene un alto contenido en ácido elágico, sustancia que inhibe la reproducción de células cancerígenas. Las cerezas negras contienen más hierro, magnesio y potasio (su alto contenido la convierte en diurética y depurativa) que las otras variedades más claras, pero todas son una buena fuente de silicio y de provitamina A (beta-caroteno). Es digestiva gracias a sus ácidos orgánicos, que actúan sobre las vías gastrointestinales, hígado y páncreas. El consumo diario de cerezas ayuda a reducir los niveles sanguíneos de ácido úrico, lo que puede evitar la gota.

Consumidas solas, son un postre excelente del que es difícil dejar de comer. Son un ingrediente más de las ensaladas de frutas o macedonias. Las de sabor ácido se emplean para postres azucarados. Elaboradas, se emplean para la confección de mermeladas, licores, confituras y jarabes. Son famosos el kirsch de Alsacia, el marrasquino de Italia y la ratafía de la Provenza. En cocina, las guindas escarchadas o en almíbar sirven para condimentar salsas agridulces que a su vez acompañan la carne de caza, suavizando su sabor. También pueden desecarse e incluso enlatarse. Para cocinarlas, extraiga el hueso con un deshuesador a fin de evitar que pierdan su zumo. Añádalas a comidas grasientas como las cocinadas con pato, pues reducen la ingestión de grasas.